domingo, 5 de enero de 2014

Día 12. 5 de enero. En la tormenta

Me despierto de un bote en la litera de enfrente, casi encima de mi compañera de camarote, María.   Después de una fuerte escora vuelo allí desde mi cama…
Hoy mismo por la mañana me instalan una mampara protectora para que no vuelva a tener un susto.


La cama de la derecha es la mía, ya con el mamparo, la de la izquierda la de María


El mar está precioso con olas de más de 6 metros.  Nos quedan menos de 800 millas para llegar,  a esta velocidad, con puntas de hasta 20 nudos,  en 3 días estamos en Azores.


Preciosas olas del Atlántico


Llevar la caña del timón con este mar ha sido una experiencia fantástica. Realmente somos unos privilegiados, poder vivir esta experiencia, con este mar, este viento, y en un barco como este, y con una tripulación como esta, seguros y sin pasar miedo en ningún momento. Estoy feliz, me siento como pez en el agua.


Belen , Bep y yo, ya estamos totalmente equipados para el frío



En el "apartamento" del capitán...uno de los mejores sitios para disfrutar del espectáculo que nos ofrece el océano Atlántico

Se hace difícil dormir a bordo debido a los pantocazos y a la humedad,  menos mal me van contando truquillos que me facilitan la vida a bordo...lo último no dejar la ropa colgada en el camarote ya que la humedad que coge es bestial, y ya no te la puedes volver a poner. Lo más fácil sería dormir con la misma ropa que llevo como primera capa en cubierta, pero me obligo a cambiarme de ropa al meterme en el saco, es un tema de higiene y confort. Tal y como me quito las prendas térmicas las meto dentro del saco y así se mantienen calentitas, y además me dan calorcito durante la noche




En algunas ocasiones, las olas parecen montañas






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