Día 26. 19 de enero. Llegada a Port Vell

Sobre las 14 horas entramos en el puerto de Barcelona. Contactamos a través del VHF con el Fandango que nos ha venido a recibir casi hasta la boya Sierra. Dentro un montón de amigos, Elena, Eli, Agus, Uri, Teresa y Adrià que vienen navegando para darnos la bienvenida. Eduard, Maria y Carles también están esperándonos en el puerto. Es impresionante, ¡qué alegría!
Navegan a nuestro lado hasta la entrada del Port Vell.

El Fandango siguiendo de cerca al Sterna

Allí nos reciben con todos los honores. Mi gran amigo Gabriel no nos podía haber puesto las cosas más fáciles. Nos dejan amarrar en la gasolinera para que toda la gente que nos viene a recibir pueda subir a bordo, y después nos da un excelente amarre donde el Sterna descansará después de su largo viaje.

 

Entrada en el Port Vell

Cruce completo del Atlántico del Sterna

Ha sido una experiencia maravillosa de la que me llevo muy buenos recuerdos con momentos inolvidables. También han surgido nuevas amistades de las que duran toda la vida, compartir un momento así no se olvida jamás. Y a los amigos que me han acompañado…la amistad viene muy reforzada después de este viaje, el cariño ofrecido se lleva en el corazón para siempre.  No podría pedir nada más. Gracias a todos.

Días muy intensos con mi gran amigo Luis 

Una gran experiencia para vivir en pareja. Gracias cariño por vivirlo a mi lado

¡Gracias por venir!

Maria y Carles Moreu también vinieron a recibirnos 

¡Elena y Eli amigas de las de verdad!

Día 25. 18 de enero. Estoy triste

Hoy libro de guardias y ayudo en las tareas de cocina y limpieza.  Preparamos para comer melón con jamón y lomo al horno con espirales, y por la noche un pastel de carne como el que me hacia mi madre que queda buenísimo. 
Pasamos por el meridiano de Greenwich y ya navegamos en longitudes este.

Alex Jané ya totalmente integrado y adaptado al barco

Debido a los vientos portantes tomamos rumbo noreste, y llegamos hasta Ibiza para poder trasluchar y poner rumbo directo a Barcelona.
Como “regalo de despedida”, Albert me deja dirigir a mi la maniobra de trasluchada al llegar a Ibiza. Realmente un verdadero honor ya que veo que confía en mi. Compruebo que en estos 25 días a bordo del Sterna, también he aprendido mucho de vela.

Llegamos hasta Ibiza para trasluchar...esto sólo se puede hacer en un barco como el Sterna

Tras 25 días sin teléfono...empiezan las llamadas

Nos quedan apenas 150 millas para llegar,  me da mucha pena que se acabe ya. Es el primer momento que tengo de tristeza desde hace 25 días. 

Día 24. 17 de enero. ¡Por fin ponemos el genaker!

Subimos por la costa de Almería  navegando con tiempos suaves de aleta, con lo que ponemos el genaker por primera vez en todo el viaje. Esta vela tiene un autoenrollador cosa que facilita mucho la maniobra de izado y recogida.

El genaker es grandioso y muy difícil de mover en cubierta

Volvemos a tener tiempo casi primaveral, así que aprovechamos para tomar el sol, hablar, leer y pasar el rato en cubierta.
Si seguimos a esta velocidad llegaremos a Port Vell el domingo por la tarde
Trasluchamos para cambiar el rumbo en Cabo la Nao, y tenemos las guardias entretenidas por la presencia de muchísimos pesqueros

Todos trabajando en cubierta

A Xavi le ha tocado hoy hacer de mayordomo y nos sorprende con un riquísimo pastel.

Xavi cocinando un riquísimo pastel

Ricard mostrando el resultado 

Preciosa puesta de sol vista de proa a popa

Día 23. 16 de enero. Completamos el tramo del Atlántico y entramos en el Mediterráneo

¡Cruzamos el estrecho de Gibraltar y entramos en el Mediterráneo! ¡Ahora si podemos decir que hemos cruzado el Atlántico!

Bep y yo celebrando el cruce del Atlántico. Estupendo compañero de viaje

Celebrándolo con Albert y Bep. Sin ellos no hubiese sido lo mismo

Para darnos la bienvenida, nos vienen a recibir unos amigos de Albert , y nos traen unos kilos de langostinos y un pescadito fresco para celebrarlo. Nos ponemos las botas.

Con Miquel y Ángel he compartido el segundo tramo de la aventura

Ángel, Teix, Miquel, Luis y Bep a punto de atacar el bol de langostinos

¡qué ricos los langostinos! ¡me he puesto las botas!

No tenemos viento así que hay que aunque las corrientes del estrecho van a nuestro favor, tenemos que seguir navegando a motor

Compartiendo guardia con Xavi. 

Día 22. 15 de enero. Viento y mar en calma

El viento para en seco, tenemos que arrancar motor y navegamos todo el día a una media de 6 a 7 nudos diarios,  nada que ver con las velocidades a las que estábamos acostumbrados navegando a vela.
Entramos en el Canal de San Vicente con lo que las guardias son más entretenidas y hay que ir controlando mucho más la navegación.

Hay mucho tráfico de mercantes acercándose al Canal de San Vicente

Bep y yo empezamos a dibujar en la carta de navegación todo el trayecto de ida y vuelta del Sterna.

Trayecto de Santa Lucia a Azores

Enseño a Xavi uno de los rincones “secretos” del Sterna…la escotilla de popa desde donde se puede tocar el mar con los pies…

La escotilla "escondida"

Día 21. 14 de enero. Tranquilidad

Están siendo días de guardias muy tranquilas, con vientos portantes constantes que nos mantienen en rumbo directo al estrecho

Escuchando música entre guardia y guardia

Enseñar a llevar la caña a Xavi ha sido un momento muy especial

Aprovechamos para hacer gimnasia a bordo y jugar al uno, al juego de las Vegas, y ver una película en proa para pasar el tiempo

Juego de las Vegas en la mesa de cartas

Viendo una película con Luis y Teix en proa...un cine muy peculiar

Hace dos días que se acabaron los plátanos, y hoy aparece una piel de plátano en la basura…sin duda en este tramo hay mucho más individualismo que en el primer trozo de la travesía. Esta circunstancia me ayuda a aprender a convivir y sobretodo compartir con gente cuyas prioridades son distintas a las mías.

¡Para cenar plato especial! ¡Puré de patatas con Frankfurt!

Por la noche con la luz de la luna llena tenemos una visibilidad impresionante,  vuelven a venir los delfines y juegan con la luz de nuestros frontales

Luna llena en el Atlántico

Día 20. 13 de enero. Tenemos un impacto con un objeto semisumergido

Hace mucho sol y seguimos con vientos portantes hacia el estrecho

Sobre las 1315 impactamos con un objeto semisumergido ( quizás una ballena, o un delfín) que hace saltar el fusible de una de las palas del timón.  Nos aproamos al viento y quedamos al pairo durante aproximadamente una hora y media,  tiempo en el que la tripulación soluciona el problema y volvemos a navegar con normalidad.  Nos vuelven a dar una lección de profesionalidad, eficacia y serenidad. El viaje esta siendo un ejemplo a seguir.

Albert explicándonos qué había pasado, eso fue clave para que nadie se asustase

                            

Al final pudimos poner la pala del timón en su sitio y volver a navegar con normalidad

Tras el incidente volvimos a subir la mayor y ¡a navegar!

Durante la guardia de la noche disfrutamos de una luna preciosa.  Durante la guardia viene un grupo de delfines a saludarnos. Aun llevando 20 días navegando y muchos delfines vistos me emociona cada vez que aparecen.

Delfines navegando con nosotros

Compartiendo las guardias, y ratos libres con gente tan distinta, con orígenes tan dispares hace que cada uno explique sus historias, su pasado. En esta etapa más que en la otra está siendo una lección de adaptación y humildad.

Pelando patatas con Bep

Cocinando...sin quitarme el traje de agua, ¡eso si!

Día 19. 12 de enero. Seguimos rumbo al estrecho

Es domingo...Después de mi rutina diaria de higiene personal me doy cuenta de lo bien que me hacen sentir algunos pequeños detalles y rutinas que voy adquiriendo día a día.

Nos levantamos  con un día soleado y ya todos los componentes de la tripulación se encuentran en más o menos buen estado así que Albert nos sorprende con un riquísimo plato de pasta y una ensalada de lentejas.

Horas de relax y sol en cubierta

Vamos con buen rumbo y velocidad hacia el estrecho.

En los molinos de viento se puede observar que no sopla mucho, hay que ir arrancando el motor para tener energía, en la etapa anterior con los molinos generábamos más energía de la que consumíamos

Alex siempre con una sonrisa 

Xavi escribiendo los detalles de su guardia en el cuaderno de bitácora 

En sólo dos días se han acabado los plátanos y las mandarinas…quedan manzanas, naranjas y un melón. Tendremos que compartir la fruta para que dure más días.