Salimos a las 430 hora Marroquí dirección el estrecho de Gibraltar. Apenas ha salido el sol y ya estamos navegando.
Vista atrás hacia Marruecos
Pasamos la costa
de Ceuta y cruzamos el estrecho en grupo del mismo modo que lo hicimos a la
venida, vemos un montón de delfines de nuevo durante una navegación que ya se
nota va a ser algo más dura de lo normal con olas de más de dos metros.
Justo en medio
del estrecho, cuando estábamos en la derrota de un petrolero, se le para la
moto a uno de los pilotos, así que tenemos que ir a toda prisa con mi
embarcación, cubrirle y empezar a hacer señas a ver si el petrolero nos ve.
Cada vez está más cerca, hasta el punto que ya estamos a punto de decirle al
piloto de montar en nuestra barca y dar por perdida la moto…pero de repente
vemos que enciende la hélice de proa y vira a estribor. Nos pasa a menos de 50
metros…nunca olvidaré el nombre del barco . Maurea. Me recuerda muchísimo a un
libro que leí no hace mucho, el Cazador de barcos.
Una vez pasado el
susto le atamos el cabo de remolque, que quiebra por dos veces, hasta que usamos
el de nuestra ancla, y lo conseguimos remolcar hasta Tarifa donde lo dejamos
hasta que venga su asistencia a recogerlo.
Seguimos rumbo a
Barbate donde están todas las otras motos esperándonos. Repostamos y seguimos
hacia la Bahía de Cádiz. Esta etapa es dura porque el mar sigue muy duro, pero
por suerte no surge ningún incidente.
Volvemos a
repostar en lo que va a ser el día más largo de toda la travesía, y salimos
rumbo al Camping de Doñana. Uno de los pilotos parece que tiene el GPS
estropeado, y toma rumbo oeste (se va hacia Nueva York), así que tenemos que ir
detrás de él durante más de 8 millas hacia dentro del Atlántico hasta que
conseguimos darle alcance y le hacemos indicaciones que vayamos hacia tierra.
Durante esta
etapa hay bastantes rescates dado que al ser una etapa de casi 150 millas (
270km), se nota el agotamiento de los pilotos y el desgaste de las máquinas.
Carlos y Phillipe, el equipo portugués
Llegamos casi
anocheciendo al camping de Doñana, un lugar precioso, pero sinceramente, hoy
hubiera preferido una camita bien cómoda para dormir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario